Existen diversas formas de oración, como la oración de petición, la de súplica, la de agradecimiento, la afirmativa y la de adoración-alabanza. La oración puede dirigirse a una deidad, a un espíritu, a una persona fallecida o a una idea elevada, con el fin de adorar, solicitar consejo, pedir ayuda, confesar los pecados o expresar los pensamientos y las emociones. Así, los individuos rezan por muchas razones, como el beneficio personal o por el bien de los demás. El yoga es también una forma común de oración, así como la oración afirmativa.
La mayoría de las religiones importantes utilizan la oración de una forma u otra. Algunas ritualizan el acto de la oración, exigiendo una secuencia estricta de comportamientos o restringiendo quién puede rezar, mientras que otras enseñan que la oración puede ser ejercida espontáneamente por cualquier persona en cualquier momento.
Los estudios científicos sobre la utilización de la oración se han centrado principalmente en su efecto sobre la curación de personas enfermas o lesionadas. Se han realizado meta-estudios de los estudios en este campo que demuestran la evidencia de un efecto potencial.
Las distintas tradiciones espirituales ofrecen un amplio abanico de actos de devoción. Hay oraciones al amanecer y al anochecer, gracias declaradas durante las comidas y gestos físicos de adoración. Algunos cristianos inclinan la cabeza y cruzan las manos. Algunos nativos americanos consideran que la danza es una especie de oración. Los hindúes cantan mantras.