Hablamos de dos series y una película donde las mujeres ocupan un lugar de autoridad, que no es exactamente lo mismo que un lugar de poder. Mujeres que representan la ley pese a quien pese, con un fuerte sentido de la justicia y de la ética. Luchadoras, también con vida privada que no les impide ejercer su trabajo y combatir el crimen. La primera serie de la que hablamos es Hierro, sobre una jueza destinada a esa isla por su inflexibilidad, seguida de Happy Valley, serie con una capacidad sobrecogedora para representar la banalidad del mal. Finalmente, la película El silencio de los corderos, sobre el perfecto baile psicológico jugado por una mujer sumamente inteligente y sagaz.