Las manifestaciones sociales en Hong Kong o Chile y aplicaciones populares como FaceAPP dieron a conocer una nueva tecnología al gran público: el reconocimiento facial. Celebrada por gobiernos, usada por empresas y rechazada por organizaciones en defensa de los derechos humanos, tiene un defecto clave: un margen de error muy importante. Entre otras cosas, la policía te puede detener por tener rasgos parecidos a otra persona, o mejor dicho, por portación de cara (literal).
Conduce Tomás Pérez Vizzón. Ilustra Esteban Rauch. Produce Florencia Maseda. Un podcast original de Anfibia en colaboración con Posta.