Panza de burro, de Andrea Abreu, es una clase magistral del trabajo y el quiebre del lenguaje desde la revolución. Con una impresionante conciencia para modificar sintaxis, gramática y corrección lingüística, las palabras hablan de los personajes, pero no solo transmiten lo que dicen, sino lo que son, su identidad en un mundo marginado, de pobreza, de carencia y de una violencia naturalizada.
Cuenta la historia de dos amigas que se relacionan en la plenitud de los conflictos que las rodean, que viven un despertar sexual y que atraviesan los días en medio de un barrio que poco futuro les puede ofrecer, pero que les asegura la crueldad de un mundo difícil y sufrido.
Como invitada especial nos acompaña Cecilia Bona, de @porqueleerok