El Yo es como una columna–
un apoyo colosal
en cualquier Apuro –o Trance–
y qué buena la Certeza
que no hay Palanca que fuerce–
y no hay cuña que quebrante
la Convicción –que es la Base–
aunque Nadie nos apoye–
Como Público –que basten
la Rectitud –y Una Misma–
esa Reunión –no está lejos
del Espíritu –de Dios–