Eduardo Lastres, escritor con una larga formación como artista visual, entiende la poesía como la plasmación sensorial de un pensamiento, como una reflexión que se va creando con el ritmo impuesto por un verso que no contempla el rigor del cómputo de sílabas o acentos que marquen una estructura prefijada. Su ritmo se establece, partiendo de la tradición del haiku, a partir de la evocación de un mundo desde la síntesis de la palabra o de la imagen, pero transgrediendo las convenciones formales del género.
La palabra nos remite a una emoción, a la génesis de un pensamiento a través de la experimentación de una vivencia en diferentes momentos de la vida del artista, y siempre alrededor del amor y la muerte.
En la presente edición, los poemas están acompañados de dibujos realizados por el autor, pertenecientes a su serie Bestiarios, dibujos que tratan de la metamorfosis entre lo humano y lo animal, construidos en sus intersticios con una gran diversidad de imágenes a modo de herencias culturales, oníricas, que se adhieren a su piel a modo de tatuajes.
La sucesión de poemas no desarrolla un relato a través de un tiempo cronológico ni desgrana una trama argumental, sigue una secuencia donde se puede observar la personalidad del autor, cómo ha ido enfrentando los diferentes momentos de su vida, concentrados en la vivencia del amor, la muerte, la pérdida, el paso del tiempo y el momento presente.