En esta novela de Selva Almada se trabajan las historias de dos familias vecinas que se dedican a la elaboración de ladrillos.
En un ámbito rural y en una pobreza de la que sus personajes no puedes escapar, las rivalidades, los encuentros y hasta las relaciones menos sospechadas tienen lugar en esta novela.
Una prosa sencilla que invita a descubrir y seguir con atención los acontecimientos que se desatan a partir de la violencia.