El niño que cambió su destino explora la superación personal, la lucha contra la adversidad, la pobreza, la violencia juvenil y la búsqueda de identidad. La historia sigue el viaje emocional y físico de un niño desde un ambiente de carencias, que en su adolescencia desafía las expectativas impuestas por su entorno. En este cuadro literario, las palabras no solo cuentan una historia, sino que pintan un mural de la condición humana en su lucha contra las sombras. Destaca la resiliencia humana y la capacidad de encontrar esperanza y crecimiento personal en circunstancias difíciles.