Paulinas ofrece a sus lectores esta novena de nuestra Señora Desatadora de Nudos, advocación que se remonta a un antiguo escrito de san Ireneo, obispo de Lyon quien a la luz del paralelismo paulino Adán-Cristo desarrolla el de Eva-María, afirmando que "Eva por su desobedincia, ató el nudo de la desgracia para el género humano; en cambio María, por su obediencia lo desató". Así nacwe el concepto de la "Virgen Desatadora de Nudos".