Axel y Valentín no saben cocinar. Pero por fortuna en este episodio hay un nuevo despliegue gastronómico, directo desde Francia. Además, robos, persecuciones, alta tecnología, ineptitud policial, proyectos de ultra ciencia todo mal, y del incomparable placer de tomar cerveza artesanal de arriba. Nos vemos en el corso.