Vivir en una megalópolis tiene sus ventajas: hiperconectividad, cientos de amenidades, plazas comerciales ideales para despilfarrar el dinero que no se tiene, estadios de fútbol, eventos culturales multitudinarios, salarios más competitivos (según), conciertos, gimnasios 24 horas, entre muchas otras bagatelas que caracterizan a las ciudades. Bien sabidos son también sus males: escasez de agua, alta densidad de población, smog, altos índices de violencia, la lucha incansable por la apropiación del espacio (público o privado) y severos problemas de movilidad.
Rush Hour (2017), dirigida por Luciana Kaplan (La revolución de los alcatraces, 2013) retrata con la precisión de un bisturí, tres historias paralelas, víctimas de la deficiente movilidad que aqueja a la vertiginosa megalópolis. Usando como recurso la intimidad del closeup, seremos testigos de una jornada laboral de tres personas de diferente nacionalidad, género y nivel socioeconómico.
Platicamos con Luciana Kaplan directora de “Rush Hour” y con Isaac Cherem director de la película “Leona”.