Mizzi Mozzi y sus amigos descubren que las Vackas-Muzzas mágicas que hacen los deliciosos batidos ya no tienen sus colores originales, ¡sino que están todas de color verde brillante! El travieso Spectrito-Salpiconcillo fue el culpable. Para revertir el hechizo, los amigos deben conseguir rápidamente unos pétalos mágicos, pero el peligroso monstruo Malakar Murkus los acecha en el fondo del lago. Logran los pétalos, pero al regresar hay batidos esperándolos. Cuando están por probarlos, el duende regresa para otra travesura. Mizzi Mozzi lo atrapa, pero ¿podrán deshacer la magia y probar al fin esos ricoshísimos batidos?