Axel y Valentín se sacan las caretas. Puesto a enfrentar sus verdaderas identidades, el caos se cierne sobre ellos. Pero mientras tanto discuten de series, música y de cómo hacer de este planeta un lugar mejor convirtiendo lo que alguna vez fueron residuso en rico compost. Ñam, dicen las plantas. Ñam, ñam, efectivamente. Reflexionan, también, sobre cómo ya no se puede decir nada en redes sociales sin que salga algún gil a marcar el error. Quizá sea porque así es la vida. O quizá no.