En 1967, un pueblo de Panamá habitado mayoritariamente por campesinos recibió como una auténtica novedad los métodos poco ortodoxos que tenía el sacerdote Héctor Gallego para predicar la fe católica. Mientras muchos celebraban ese nuevo aire, otros comenzaban a ver con cierta aprensión las iniciativas del nuevo párroco.
En este segundo episodio de La desaparición del padre Gallego devolvemos la película al momento en el que Héctor Gallego llega a Santa Fe y se muestra particularmente interesado en servir a los más humildes del pueblo.