La experiencia es el mejor maestro; la adversidad es el mejor entrenador. En realidad, nadie quiere enfrentarse a la desgracia. Todos hubiéramos preferido ir por la vida disfrutando del paseo sin sobresaltos. Sin embargo, las cosas no siempre son como se planean y la vida no es un lecho de rosas y bombones, siempre hay espinas en algún lugar. En este capítulo, exploraremos cómo los problemas que se presentan en nuestro camino han venido a hacernos y no a rompernos.
Los tiempos difíciles no se pueden evitar
La verdad que mucha gente desea que no sea cierta pero es la realidad es que la adversidad es inevitable. No hay pócimas o varitas mágicas que puedan hacer que un individuo evite los problemas y las desgracias en la vida. Por lo tanto, no deberías esperar que no te encuentres con periodos desagradables en tu vida. Más bien, deberías esperar que no experimentaras dificultades que te destrozaran hasta el punto de no poder levantarte.
En efecto, hay situaciones terribles que pueden sacudir a una persona y hacerle sentir que está maldita. Sin embargo, si sigues resurgiendo de las cenizas como el ave fénix, puedes vivir una vida hermosa.