Habituados a la tradicional compraventa de votos, pero cansados también de los repetidos engaños de los políticos, los habitantes de un pueblo de Panamá tomaron una decisión radical: no votar en las próximas elecciones si es que para entonces no se pavimentaba la carretera que los conectaba con la capital de la provincia. Detrás de la campaña abstencionista estaban dos sacerdotes, el padre Héctor Gallego y Alejandro Vásquez Pinto. Por iniciativas de este tipo, los religiosos se ganaron la animadversión de la dirigencia local y se convirtieron en blanco de hostigamientos, ataques físicos y presiones económicas.
Por una parte, el desespero de unos gamonales que veían amenazada su hegemonía económica, y de otra parte, el empeño de un cura por sacar a los campesinos más pobres del atolladero, tenían al pueblo de Santa Fe al borde de la confrontación violenta. En el tercero episodio de La desaparición del padre Gallego le hacemos zoom a esa época de encendida crispación social.