"La mano es el traductor entre la mente y el papel, y el papel es el croquis". El arquitecto suele pensar en tres dimensiones, con el croquis logra aterrizar, una idea general y rápida, expresando proporción, asoleamiento, ventilación, escala, texturas contraste, una serie de elementos dentro del bagaje cultural que son interpretados a través de recursos gráficos, dónde la abstracción es la actividad principal que se desarrolla, en la creación de un croquis, cuando se aprende a observar, la luz, los contrastes, el recorrido del sol, entendiendo el espacio mismo.
Desde la selección del papel, la utilización de la herramienta (pluma fuente, portaminas etc.), la concepción de la idea a plasmar, la elaboración del croquis suele ser todo un placer para el arquitecto.