La pandemia del Covid-19 ha implicado medidas que han cambiado nuestra forma de vivir. Hemos estado forzados a seguir órdenes uniformes, hechas para las masas, no para individuos. En una isla austral de Chile, un enfermero se dio cuenta que para aplicar esas medidas en su poblado debía, primero, reconocer la diversidad. Y así, logró lo que pocas comunidades han conseguido.