"Vestía un pantalón corto rojo y un jersey negro. Era gentil, esbelta, de pantorrilla y pierna perfecta. Tenía el pelo rubio y los ojos verdes, de un verde intenso, con tonalidades de un azulado oscuro. Aquellos ojos, entre melancólicos y altivos, ocultaban, bajo su fulgor, una ardiente mirada que expresaba el gran temperamento, casi siempre sojuzgado, de Claris Noriega."
Es una descripción muy bella para el personaje principal de esta novela, corta, pero con un poco de sustancia, una historia cursi y enternecedora, pero hasta ahí, ligero, a veces redundante, y demasiado telenovelesco.