John Byrne en su vuelta a Marvel se encargó entre otras de un personaje que aparentemente no destacaría entre la plantilla de superhéroes, pero con el ingenio del maestro supo potenciar el carisma del personaje en una serie que jugaría con la narración y el metalenguaje hasta el extremo, haciendo de esta serie una obra a contemplar por muchos y que deben mucho personajes como Deadpool.