El rey Luis XVI y María Antonieta se casaron para gestar una alianza entre Francia y Austria. Pero no eran felices. No eran nada felices. Ella conoció al conde sueco Hans Axel de Fersen en un baile de máscaras en 1774. Fueron amigos y amantes.
Dicen que escondían su relación usando tinta invisible y codificación en sus cartas. Fersen estuvo implicado en una fuga para salvar a su amada, cuando se consolidó la Revolución Francesa y los reyes estuvieron en peligro. La fuga fracasó y la familia real fue devuelta a París.
María Antonieta fue juzgada por traición a la patria y guillotinada el 16 de octubre de 1793. Ésta es última carta que le escribió a su amado. Lee la actriz Jimena Martín.
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28 de junio de 1791,
Sigo viva aquí, mi amado, tan sólo para adorarte. Vivo y existo para amarte. Ese es mi consuelo. Oh, he estado tan ansiosa por ti, y lamento tanto todo lo que debes haber sufrido al no tener noticias de nosotros. Que el cielo permita que esta carta llegue a tus manos. No me escribas, eso podría comprometernos a todos y, lo que es más, no regreses, por ninguna circunstancia. Se sabe que fuiste tú quien nos ayudó a escapar y todo estaría perdido si apareces. Estamos vigilados día y noche, no me importa. No estás aquí, estás a salvo. Por favor, no te preocupes por mí, no me va a pasar nada. Algo me dice que la Asamblea Nacional mostrará clemencia. Me despido ahora del hombre más amado. Mantenete en silencio, sé discreto, si puedes. Cuidate por mí. No puedo escribir más pero nada en el mundo podrá impedirme que te adore hasta la muerte.”
María Antonieta.