Julieta llevaba pantalones rojos, cazadora vaquera, el pelo largo despeinado de cuando salía de la ducha y no le daba tiempo a secárselo, y me miraba con el rostro ladeado de otra manera. No con reserva. Ni precaución. Ni pena. Era algo más físico. Búsqueda. Una chica intentando hallar la manera de turnarnos el huracán de sentimientos que lo lanzaba todo por los aires.