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Matthew Henry

  • Mellkisshas quoted2 years ago
    . Vemos ahora afirmada, de labios de Cristo, la inmortalidad de los creyentes: «De cierto, de cierto os digo que el que guarda mi palabra, nunca verá la muerte» (v. 51). Como en otras solemnes ocasiones, repite el «Amén, amén» del texto original. Por estas expresiones de Jesús, se echa de ver:
    1. El carácter del creyente: Es alguien que guarda la palabra de Jesús; no sólo la recibe por fe, sino que la guarda con obediencia; no sólo la tiene, sino que la retiene (comp. con Sal. 119:9). Hemos de guardar las palabras de Jesús en nuestra mente y en nuestra memoria; guardarlas en el corazón con amor y afecto profundo; tenerlas por guía de nuestro camino y norma de nuestra vida.
    2. El privilegio del creyente: «Nunca jamás verá la muerte». Puesto que el verdadero creyente ha pasado de muerte a vida (5:24), la comunión con Dios le confiere vida eterna, y las propiedades de la muerte física han sido alteradas de tal manera que ya no está bajo el terror de la muerte (v. 1 Ts. 4:13 y ss.), sino que, más bien, es dueño incluso de la muerte (1 Co. 3:22), pues ésta le lleva a la presencia del Señor (2 Co. 5:8; Fil. 1:21-23) y es estimada a los ojos de Dios (Sal. 116:15). Tan consoladora resulta la muerte física a los genuinos creyentes, que bien puede decir Jesús que no la verán jamás, puesto que ha sido sorbida victoriosamente por la vida (v. 1 Co. 15:54), y son preservados para siempre de la muerte eterna.
  • Mellkisshas quoted2 years ago
    Quienes más probabilidades tienen de recibir de Dios bendiciones y promesas son los que están en su lugar y cumpliendo con su deber (Lc. 2:8).
  • Mellkisshas quoted2 years ago
    El obrar mal es algo vergonzoso, pero es mayor vergüenza el negarlo.
  • Mellkisshas quoted2 years ago
    Aun cuando se ha de odiar el pecado, se ha de tener compasión de los pecadores y hay que orar por ellos. Dios no se complace en su muerte, así que nosotros no hemos de desear, sino lamentar, el lastimoso día que les espera. 1. Comienza con una plegaria para que queden exentos del castigo los justos que se hallen entre ellos, con la vista puesta especialmente en su sobrino Lot. 2. Da un paso más, y pide que perdone a todos por amor a los justos que haya entre ellos; Dios mismo da su aquiescencia a esta demanda.
  • Mellkisshas quoted2 years ago
    Aun cuando los justos estén entre los malvados, sin embargo Dios no destruirá a los justos con los malvados.
    A) Que los justos no serán como los impíos (v. 25). Aunque sufran con ellos, no sufren como ellos.
  • Mellkisshas quoted2 years ago
    Nos va muy bien el esperar lo mejor aun en los peores lugares. De los dos extremos, es preferible equivocarse por ese lado.
  • Mellkisshas quoted2 years ago
    El éxito de su oración. La buena voluntad universal de Dios se echa de ver en que consintió en perdonar a los impíos por amor a los justos. Nótese qué gran bendición son los buenos para cualquier lugar. El favor especial que dispensó a Abraham se manifestó en que no dejó de conceder hasta que Abraham dejó de pedir. Tal es el poder de la oración.
  • Mellkisshas quoted2 years ago
    Nótese que los hijos de Dios deben ser (con prudencia) personas generosas.
  • Mellkisshas quoted2 years ago
    Es cierto que, entre dos males, debemos escoger el menor, pero entre dos pecados, no debemos escoger ninguno, ni debemos Jamás hacer el mal para que resulte un bien.
  • Mellkisshas quoted2 years ago
    No hay castigo que, por sí mismo, pueda cambiar la naturaleza corrompida y los perversos planes de los impíos. Si sus mentes no hubiesen estado tan cegadas como sus cuerpos, habrían dicho, como los magos de Egipto: Este es el dedo de Dios (Éx. 8:19), y se habrían sometido.
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