una menarca temprana (antes de los 12 años), la menopausia tardía (después de los 50 años), no haberse embarazado nunca o haberlo hecho después de los 30 años, no haber lactado nunca, la obesidad, así como dietas con altos contenidos en grasas, ingestión de bebidas alcohólicas, uso prolongado de anticonceptivos hormonales orales, antecedentes directos de familiares con ese tipo de cáncer (particularmente de madre y hermanas), entre otros