Marguerite Yourcenar

La crueldad es un lujo para ociosos,

La amistad es, ante todo, certidumbre, y eso es lo que la distingue del amor.

s también respeto y aceptación total del otro ser.

Ninguna mujer le parecía lo bastante irreal para servirle de modelo, pero Ling podía serlo, puesto que no era una mujer

Ningún joven de la época actual era lo bastante irreal para servirle de modelo, pero Ling mandó posar a su mujer bajo el ciruelo del jardín

miraba a su maestro sonriendo, lo que era para él una manera más tierna de llorar.

¿Me preguntas lo que me has hecho, viejo Wang-Fô? —prosiguió el Emperador, inclinando su cuello delgado hacia el anciano que lo escuchaba

Me imaginaba al mundo con el país de Han en medio, semejante al llano monótono hueco de la mano surcada por las líneas fatales de los Cinco Ríos. A su alrededor, el mar donde nacen los monstruos y, más lejos aún, las montañas que sostienen el cielo.

recorrí las provincias del Imperio sin hallar tus jardines llenos de mujeres parecidas a luciérnagas, aquellas mujeres que tú pintabas y cuyo cuerpo es como un jardín.

Todo en él atestiguaba una frescura de alma a la que ya Wang-Fô no podía aspirar