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Josefina Licitra

  • Ana Saenzhas quoted8 months ago
    En ese camino, sigue Alba, te puede pasar de todo: recibir una paliza en una manifestación, ir presa, llegar al gobierno y volver a la calle al día siguiente a repartir volantes en los ómnibus. Y en el medio quizás te enamores y veas a tu hombre morir a tu lado, o tal vez te maten o te hagan daño, y ninguna de esas posibilidades echará por tierra la única certeza: que cada una de esas piezas, incluidas las terribles, forma parte de un mismo trayecto que tiene una sola perspectiva: la del horizonte. Una meta que te lleva a arrimarte dos pasos, aunque solo sea para ver que el horizonte se retira.
  • Ana Saenzhas quoted8 months ago
    «¿Cuál es ese horizonte?», se pregunta Lía. El que no tiene explotados ni explotadores. El que concibe la fuga como una de las acciones militares más bellas porque no es tétrica. No es un secuestro, no es un ajusticiamiento. Es la emoción de la libertad y de estar juntas caminando hacia ella.
  • Ana Saenzhas quoted8 months ago
    En ese encuentro, la Parda admitió que todas, en mayor o menor medida, le habían hecho pagar a Yessie ese embarazo. En la cárcel, durante un tiempo casi nadie le dirigió la palabra. Décadas después se hablaría de esa beba como un acto de rebeldía, como un ejercicio de poder sobre el propio cuerpo justo cuando todo parecía estar bajo el dominio de las fuerzas represivas. Pero esa lectura llegaría después. En el momento Yessie tuvo que soportar un vacío que luego se revirtió —las compañeras terminaron criando a Paloma de un modo conjunto—, pero del que acaso no se haya recuperado nunca.
  • Ana Saenzhas quoted8 months ago
    El problema también es que las mujeres hablan poco. No se entregan a hablar. No se abren. Son paredes que tenés que andar rascando y vas encontrando siempre una capa más vieja de pintura. Vos con un compañero vas, te tomás una grapa y te cuenta todo. Pero las mujeres son cerradas en ese sentido —advirtió Marcelo Estefanell, un tupamaro que había participado de la Operación Estrella, cuando le pedí ayuda para contactar a las primeras fugadas.
  • Ana Saenzhas quoted8 months ago
    —¿Es verdad que les cuesta más hablar? —pregunté entonces.

    Graciela levantó las cejas y sonrió con cansancio, o tal vez con paciencia.

    —¿Que no hablamos? Yo más bien diría que casi nadie nos preguntó —respondió.
  • Beth Luriiahas quoted9 months ago
    La teoría de Mao Tse Tung —que era de los años 30—, sostenía que había que tener un partido político establecido que fuera horadando los cimientos del sistema y que generara las llamadas «condiciones objetivas para la revolución» de las que hablaba Karl Marx. Y que, llegado el momento, había que encarar la revolución tomando el campo como punto de partida.
  • Beth Luriiahas quoted9 months ago
    Según había escrito el Che, no siempre había que esperar a que se dieran todas las «condiciones objetivas para la revolución»: podía haber condiciones subjetivas. El solo hecho de atacar al gobierno, por lo pronto, podía generar un caldo revolucionario más eficaz que el que se generaba mediante el prolijo modelo soviético o la paciente espera de Mao.
  • Beth Luriiahas quoted5 months ago
    ¿Era eso —el encierro, la cercanía de la muerte— el precio a pagar por una existencia heroica?
  • Beth Luriiahas quoted5 months ago
    ¿Es verdad que les cuesta más hablar? —pregunté entonces.

    Graciela levantó las cejas y sonrió con cansancio, o tal vez con paciencia.

    —¿Que no hablamos? Yo más bien diría que casi nadie nos preguntó —respondió.

    Después miró a la calle.
  • Silvia Arenashas quoted9 months ago
    Una banda de presas políticas vaciando la cárcel de Cabildo es, además de una gesta, una brutal provocación
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