Noemí Casquet

Ese «amor» tan automatizado, tan lejos de aquí y tan perdido en el tiempo. En qué momento empecé a decirlo sin sentirme realmente enamo(n)ada.

vida que tengo, ¿la vida que quiero? ¿Y qué hay del ayer? ¿Qué hay del mañana? ¿Acaso existe? ¿Acaso hay? ¿Acaso estás?

La rutina de pensar en lo que fuimos y en lo que nos hemos convertido. La rutina de ignorar a dónde queríamos llegar, quiénes queríamos ser y quiénes somos hoy. Dónde estamos.

Quién soy.

No puedo creer que no tenga respuesta. La busco en mis adentros. Quién. ¿Llegamos a descubrirnos lo suficiente como para responder a esa pregunta? ¿Es ese el sentido de la vida?

—La vida está hecha para los valientes, no para los cobardes —

«¿Quieres ver el mundo? Mira, está debajo de tus pies.»

Acostúmbrate. No hay nadie. Estás sola. Es mejor así. ¿Y si me equivoco?

Que me presionan en el pecho, que rebotan en el más allá. ¿Qué pasó con los sueños que tenía? ¿A dónde fueron? Sueños que hoy mismo renacen en esta autovía recta y desierta.

aquí, entre el tequila y el qué dirán.

«Solo cuando perdemos todo, somos libres de hacer lo que queramos.»