quejarse, muestra que no tuvo nada que ver con eso. Quiere creer que no es su culpa. Tal vez incluso pueda convencer a alguien. Tal vez pueda lograr la compasión de otras personas quejándose. O tal vez se vuelva tan fastidioso que los otros prefieran ni discutir. En ese caso, incluso podría parecer que la queja funcionó. Y el vicio continúa.