Acuso y menosprecio el talento de cualquier otra chica que quede para un papel para el que yo audicioné, y afirmo que solo la eligieron porque tiene más pinta de latina que yo. Más pinta de puta. Más étnica. Y por un instante me creo que eso es un privilegio, uno con el que yo, injustamente, no fui bendecida. Y entonces abogo por un mundo más justo, incluso en redes sociales, pero la realidad es que en un mundo más justo yo me vería perjudicada.