Ismail Kadare fue un novelista, poeta, ensayista, guionista y dramaturgo albanés. Kadare fue aclamado internacionalmente y ganó el premio Man Booker International en 2005. Sus obras reflejan a menudo la vida bajo el comunismo, pero él afirmaba: "No soy un escritor político".
Kadare nació en Gjirokastër, una fortaleza otomana cerca de la frontera griega. Publicó su primer poemario a los 17 años. Tras estudiar en la Universidad de Tirana, recibió una beca para estudiar literatura en el Instituto Gorki de Moscú. De regreso a Tirana en 1960, su primera novela sobre dos estudiantes fue prohibida tras la publicación de un extracto en una revista. Reflexionando sobre ello, Kadare dijo: "Un escritor no habría sabido que no debía escribir sobre la falsificación de la historia".
Kadare publicó El general del ejército muerto, su primera novela, que le dio fama internacional en 1963. Este libro narra la historia de un general italiano enviado a Albania para recuperar a los caídos italianos de la Segunda Guerra Mundial. El general cuestiona el sentido de su misión, preguntándose: "¿Puede un montón de huesos seguir teniendo un nombre?". Aunque los críticos albaneses atacaron la novela por apartarse del realismo socialista, causó sensación en Francia.
A lo largo de su carrera, Kadare navegó por la delgada línea que separa la expresión artística de la supervivencia política. Su poema político, Las pachás rojas, fue prohibido en 1975. Para contrarrestarlo, retrató favorablemente a Enver Hoxha en su novela de 1977, El gran invierno. En 1981, El palacio de los sueños, una alegoría sobre el totalitarismo, fue prohibida a las pocas horas de su publicación. A pesar de estos desafíos, Kadare siguió siendo una figura destacada en la Unión de Escritores Albaneses y fue delegado en la Asamblea del Pueblo.
Con la muerte de Hoxha en 1986, Albania empezó a experimentar tímidas reformas. En 1989, con la caída del Muro de Berlín, Kadare abogó por el cambio. En octubre de 1990, alegando amenazas de la Sigurimi (policía secreta albanesa), huyó a París y solicitó asilo político. Kadare declaró: "El impulso final fueron las amenazas directas o indirectas de la Sigurimi, que quería saldar viejas cuentas".
En París, Kadare abordó el totalitarismo de forma más directa. Su novela La orden cegadora trata de un sultán otomano que decreta que los súbditos con "mal de ojo" deben ser cegados. Otra obra, La pirámide, describe la pirámide de Guiza como herramienta de control y represión de un faraón megalómano.
La reputación de Kadare siguió creciendo. Recibió la Legión de Honor y el primer premio Man Booker International. Sin embargo, su carrera fue objeto de críticas, y algunos lo tacharon de astuto camaleón que se hacía el rebelde para entusiasmar a los occidentales.
El legado de Kadare perduró a pesar de la controversia. El asedio (2008), sobre una fortaleza albanesa que resiste al ejército otomano, fue elogiada como una importante obra literaria. Kadare insistió: "No soy un escritor político. La verdadera literatura no tiene escritores políticos". En 2019, regresó a Tirana para la inauguración de un museo en su antiguo apartamento, declarando: "Mi obra sólo obedece a las leyes de la literatura."