Iván Chausovsky

La angustia es una tormenta de nieve que te lacera la piel y te deja heridas, y si tenemos suerte, cicatrices victoriosas. No hay pena más mortífera que la que no se acepta, que la que se intenta reparar. No hay reparación posible, nada va a cambiar tu mundo, sólo queda construir uno nuevo.

El oxímoron que más me gusta es “hablar claro”, porque da cuenta de su imposibilidad. La lengua está hecha de malos entendidos.

Escribir sobre el desamor viviéndolo es como tocar un piano desafinado, nada puede sonar muy feliz

Se suele decir que el desamor es cuando alguien no te quiere más, cuando te dejan y uno quiere seguir. Esa claramente no es la única vertiente del desamor. Los duelos aún no dolidos, las frustraciones, las pérdidas de objetos, la muerte de un ser querido, las separaciones, las equivocaciones, los accidentes, la pérdida de uno mismo; son momentos en los que necesariamente debemos provocar la virtud de convertir el caos en belleza.

Ser deseado es vanidad para el ego y enredos para el alma.

nos volvemos más deseables o atractivos cuando tenemos deseo puesto en nuestros proyectos y no cuando nuestro proyecto es un otrx.

Es demasiado desmedido pensar que va a haber otro o una relación que nos salve. Es justamente al revés, estar a salvo de no depositar todo en un otrx.

Si hay pena, hay tiempo, si hay dolor o tristeza, posiblemente haya habido amor.

Toda adicción viene a tapar otro problema anterior.

Finge lo que deseás hasta que te confundas.