Me tranquiliza darme cuenta una vez más de que no tenemos que estudiar ansiosamente al mundo que nos rodea para poder mantenernos al día con Dios y su manera de relacionarse con nosotros
Sandra Chávezhas quotedlast year
Un aspecto del mundo que he podido identificar como algo pernicioso para los cristianos es la suposición de que hay que adquirir de inmediato todo aquello que valga la pena. Suponemos que si existe algo que se pueda hacer, debe ser hecho rápidamente y con eficiencia
Sandra Chávezhas quotedlast year
En un mundo semejante no es difícil lograr que una persona se interese en el mensaje del evangelio; lo que es terriblemente difícil es mantener su interés.
Sandra Chávezhas quotedlast year
Existe un enorme mercado para la experiencia religiosa en nuestro mundo; sin embargo, hay poco entusiasmo por la adquisición paciente de virtud, y muy poco interés en inscribirse para el extenso aprendizaje de aquello que las generaciones anteriores de cristianos llamaban santidad
Sandra Chávezhas quotedlast year
En nuestra época, la religión ha sido capturada por la mentalidad del turista. Se piensa que la religión es como la visita que realizamos a un sitio atractivo cuando tenemos el suficiente tiempo libre para hacerlo
Sandra Chávezhas quotedlast year
Las personas que lidero en oración, entre las que aconsejo, visito, oro, predico y enseño, desean atajos
Sandra Chávezhas quotedlast year
Están impacientes por ver los resultados. Han adoptado el estilo de vida de un turista y sólo quieren los puntos más destacados.
Sandra Chávezhas quotedlast year
Para que las personas de fe puedan reconocer y resistir la corriente de lo mundanal, existen dos designaciones bíblicas que son extremadamente útiles: discípulo y peregrino.
Sandra Chávezhas quotedlast year
La palabra discípulo (mathetes) nos dice que somos personas que nos pasamos la vida como aprendices de nuestro maestro, Jesucristo.
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La palabra peregrino (parepidemos) nos indica que somos personas que nos pasamos toda la vida yendo a algún sitio, yendo hacia Dios, y cuyo sendero para llegar a ese punto es el camino, Cristo Jesús. Nos damos cuenta de que «este mundo no es nuestro hogar» y partimos hacia «la casa de nuestro Padre.»