David Pastor Vico

Solo cuando un grupo humano es capaz de dedicar la atención y el cuidado necesario a uno de sus miembros que presenta una lesión de este tipo, a todas luces incurable y a la postre mortal sin los debidos cuidados, entonces podemos afirmar que se ha dado el primer paso en ese proceso con el que se nos llena tanto la boca al hablar de nosotros como especie: la civilización humana.

En gran medida, de esto va este ensayo, y así entiendo qué es la filosofía y cómo se debe usar el pensamiento crítico; ver qué hemos hecho unos y otros, y qué estamos haciendo y elucubrando ahora, contextualizarlo, criticarlo e intentar proyectarnos hacia el futuro inmediato de una forma mínimamente sensata, aunque no tenga la obligatoriedad de cumplirse tal cual. Si fuéramos capaces de esto entre todos, podríamos generar ese margen de posibilidad necesario para poder cambiar lo predicho, y entonces removerlo, arreglarlo, mejorar de una vez por todas, o eso quisiera pensar.

Debe ser la posibilidad de enmendar lo que, sin duda, hemos hecho mal, de errar también en otras cosas que desconocemos o a las que no hemos prestado suficiente atención, es cierto. Pero incluso así, en un futuro, nuestros hijos e hijas podrán darles solución a estos errores a costa de cometer los suyos propios, por supuesto, y así poder ir perfeccionando juntos poco a poco los cómos y los porqués de las cosas en pro de un mundo cada vez más justo, noble, igualitario, más civilizado. Más bueno para todos.

asumo que somos un nosotros fallido, destejido, desconfiado y egoísta que va errando y lastrando esta ley natural, absoluta y trascendental, de que los niños deben ser felices hoy, mañana y siempre, y tan solo quizá así puedan ser mejores personas que nosotros.

Sigue leyendo, por favor, aunque nos duela. Y quizá así, entre ambos, consigamos lo que otros no han querido que logremos.