En el último momento, antes de partir, me zafé del ama, que me tenía cogida, y salté del vehículo para subir al de mi madre, cosa que desagradó al ama, porque era una conducta presuntuosa por mi parte y también porque el ama me quería más que a su propio hijo, al cual abandonó siendo un bebé, cuando falleció su marido y vino a mi casa para ser mi ama de cría.