Margo Rejmer

  • Javier Robleshas quoted7 months ago
    No me gusta demasiado lo nuevo, prefiero las viejas capas que conforman Bucarest y ese desenfreno rumano que ha sabido burlar el sistema desde siempre.
  • Javier Robleshas quoted7 months ago
    Bucarest es visceral, instintiva e ilógica. Como agua hirviendo arremolinada en un torbellino, alborotada y turbia. A través de sus arterias principales fluye un torrente de coches; a pocos pasos, en los callejones, duermen las viejas villas de jardines muertos donde el silencio se hace piedra
  • Javier Robleshas quoted7 months ago
    marañas de cables negros en los postes como nidos de pájaro abandonados, una atmósfera de tierra removida y desastre junto a escaparates en fiesta
  • Javier Robleshas quoted7 months ago
    Toda Bucarest es así. Piaţa Unirii: Asia rugiendo rabiosamente, Calea Victoriei: un París chic en medio del lodo. Sin embargo, basta con internarse un poco en las calles laterales para descubrir el campo: mujeres con pañuelo y niños gitanos deambulando, perros vagando por los patios de una iglesia ortodoxa, gallinas picoteando en la arena.
  • Javier Robleshas quoted7 months ago
    En la antigua Bucarest se mezclan influencias rumanas, judías, armenias y turcas.
  • Javier Robleshas quoted7 months ago
    En el nuevo Estado, que han bautizado como Rumanía, Carlos I introduce el estilo de vida prusiano, y la enorme aldea de Bucarest se transforma en un pequeño París.
  • Javier Robleshas quoted7 months ago
    A lo largo del bordillo se extiende una inmóvil hilera de taxis amarillos cubiertos por un manto de polvo.
  • Javier Robleshas quoted7 months ago
    el gran líder sigue siendo aquel niño pequeño de Scorniceşti aprendiz de zapatero. Sabe perfectamente lo que es el campo y por eso quiere eliminarlo. Él, que traía agua del pozo, decide trasladar a los campesinos a los bloques de hormigón. En lugar de aldeas, tiene que haber ciudades. En lugar de pequeñas casas, barrios de bloques.
  • Javier Robleshas quoted7 months ago
    Los buldóceres arrasan vastas extensiones de la ciudad, las viejas villas, sus grandes huertos y viñedos, todo lo que recuerda al campo.
  • Javier Robleshas quoted7 months ago
    Durante toda la Segunda Guerra Mundial, el general Ion Antonescu confió en que gracias a la alianza con Hitler conservaría Transilvania y recuperaría Besarabia
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