es

Nathaniel Hawthorne

  • Andrés Alfarohas quoted2 years ago
    El amor, ya brote por vez primera, ó surja de cenizas casi apagadas, siempre tiene que crear un rayo de sol que llena el corazón de esplendores tales, que se esparcen en todo el mundo interior.
  • Salma Caristohas quoted2 years ago
    lanza su última música sin hojas

    —sinfónica explosión donde hubo nidos—,

    crujen todos los huesos de madera
  • Itzel Casaña Floreshas quoted2 years ago
    ¿Qué hago en el bosque si estoy pensando en algo que no sea el bosque?
  • Michel Isidrohas quoted2 years ago
    Aquí, vista solamente por los ojos del ministro, la letra escarlata no ardía en el seno de la mujer caída. Aquí, visto solamente por los ojos de Ester, el ministro Dimmesdale, falso ante Dios y falso para con los hombres, podía ser sincero un breve momento.
  • Michel Isidrohas quoted2 years ago
    Una jornada tan breve te llevará de un mundo, donde has sido tan intensamente desgraciado, á otro en que aun pudieras ser feliz.
  • Michel Isidrohas quoted2 years ago
    Predica: escribe: sé hombre de acción. Haz cualquier cosa, excepto echarte al suelo y dejarte morir.
  • Michel Isidrohas quoted2 years ago
    Repitió la palabra.

    —¡Solo, Ester!

    —Tú no irás solo,—respondió Ester con profundo acento.

    Y con esto, todo quedó dicho.
  • Michel Isidrohas quoted2 years ago
    De consiguiente, después de sostener consigo mismo una lucha más fuerte que las que ya había sostenido, se cubrió el rostro con el capote y apresuró el paso sin darse por entendido que la había visto, dejando á la pobre muchacha que interpretase su rudeza como quisiera. Ella escudriñó su conciencia, llena de pequeñas acciones inocentes, y la infeliz se reprochó mil faltas imaginarias, y al día siguiente estuvo desempeñando sus quehaceres domésticos toda cabizbaja y con ojos llorosos.
  • Michel Isidrohas quoted2 years ago
    no, no podía perdonarle que de tal modo le fuera dado abstraerse del mundo que á los dos les era común, mientras ella, perdida en las tinieblas, extendía las manos congeladas buscándole, sin poder hallarle.
  • Michel Isidrohas quoted2 years ago
    Según estos testigos, dignos del mayor respeto y consideración, el ministro, que tenía conciencia de que estaba moribundo y también de que la reverencia de la multitud le colocaba ya entre el número de los santos y de los ángeles, había deseado, exhalando el último aliento en los brazos de la mujer caída, expresar ante la faz del mundo cuán completamente vano era lo que se llama virtud y perfección del hombre.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)