Heriberto F. Morck

llegado a ser el amo de la naturaleza y al mismo tiempo se ha transformado en el esclavo de la máquina que construyó con su propia mano

la autoridad ordena que la obediencia sea la máxima virtud y la desobediencia el pecado capital.

virtud del hombre es aquel conjunto preciso de cualidades que es característico de la especie humana, mientras que la virtud de cada persona es su individualidad única

amor no es un poder superior que descienda sobre el hombre, ni tampoco un deber que se le haya impuesto; es su propio poder

Al hedonismo, no obstante, le corresponde un gran mérito: al hacer de la propia experiencia de placer y felicidad del hombre el único criterio de valor, cierra la puerta a todos los intentos por tener una autoridad que determine

juicios objetivamente válidos pueden establecerse únicamente sobre hechos y no sobre valores

el hombre no puede evitar el querer vivir, a pesar de lo que le gustaría pensar acerca de ello

la verdadera elección del hombre consiste en elegir entre una vida buena y una vida mala.

El fin de la vida del hombre, por consiguiente, debe ser entendido como el despliegue de sus poderes de acuerdo con las leyes de su naturaleza.

El deber de estar vivo es el mismo que el deber de llegar a ser sí mismo, de desarrollarse hasta ser el individuo que cada uno es potencialmente.