Como ya se estableció, las prácticas de recursos humanos básicas son el análisis y diseño de cargos, reclutamiento, selección, evaluación del desempeño, capacitación, compensación y beneficios (Huselid, Jackson, y Schuler, 1997; Ulrich, Jick, & Glinow, 1993). Sin embargo, hace décadas, los académicos se interesaron por los sistemas de trabajo de alto rendimiento o de alto desempeño, los cuales se concentran en la influencia sobre la motivación y actitudes de los colaboradores, en su satisfacción, compromiso, en sus comportamientos y en su productividad individual (Takeuchi et al., 2009; Luc et al., 2006).