Logan Ury

Te aviso de antemano: somos irracionales. Solemos tomar decisiones que van en contra de nuestros intereses.

Creo que son nuestros propios hábitos erróneos utilizados en la toma de decisiones los que nos hacen tropezar, y la ciencia del comportamiento es la pieza que falta para ayudar a las personas a cambiar su conducta, romper con sus malos hábitos y conseguir establecer una relación sentimental sólida.

El segundo paso consiste en establecer un nuevo enfoque que te ayudará a cambiar tu conducta y así alcanzar tu objetivo.

Primero aprenderemos sobre las fuerzas invisibles que impulsan nuestro comportamiento, esos errores de criterio que nos llevan a cometer costosas equivocaciones

mpezaré a salir en serio este día: ______________.
Me he descargado al menos una aplicación de citas.
Tengo al menos cinco fotos que podría usar para mi perfil.
Tengo dos conjuntos que podría ponerme para tener una cita.
He explicado al menos a dos amigos que estoy empezando a tener citas.
Delante del espejo he dicho: «Busco el amor. ¡Soy una gran amante! (o al menos, «¡me considero una buena amante»).
Me he comprometido a tener al menos una cita a la semana.
Seré indulgente y comprensivo conmigo misma.
Si encuentro algún obstáculo y me desanimo, me comprometo a intentarlo de nuevo, en lugar de hacerle caso al indeciso que llevo dentro.

La parte difícil es no olvidar por qué se sigue amando a alguien pese a todos los envites logísticos, económicos, emocionales y espirituales que te depara la vida.

Las comedias románticas promueven la idea de que el amor te encuentra a ti y no al revés. Que el amor a primera vista existe. Que todo lo que tienes que hacer es dejar que tu vida transcurra (y consumir grandes cantidades de tomates mientras pasas el rato en el mercado ) y que un día tu futuro marido o mujer aparecerá por arte de magia. Y aunque reconozco que las personas en realidad solemos relacionarnos en fiestas, eventos e incluso en manifestaciones, el inconveniente que entraña esta visión es que invita a la gente a ser absolutamente pasiva con respecto a su vida amorosa.

El amor requiere de esfuerzo y trabajo. Desde buscarlo hasta mantenerlo. Ir a comprar tomates al mercado no es suficiente.

La magia de las relaciones no depende de un encuentro fortuito o cinematográfico. La magia se encuentra en el hecho de que dos extraños construyan una vida juntos. No importa dónde y cómo se conocieron.

Muchas horas de una relación se dedican a las tareas más triviales: cambiar los pañales sucios, hacer la colada o lavar los platos. El amor acontece precisamente durante esos momentos, no a pesar de ellos.