es

Rosa Mulholland

  • Marcia Ramoshas quoted2 years ago
    trasladarme a la mansión de lord Furnivall, donde me convertiría en la doncella de la señorita
  • Marcia Ramoshas quoted2 years ago
    revelase jamás que era ella la que me lo había contado, pero que era un ruido muy raro y lo había oído muchas veces, casi siempre en las noches de invierno, cuando se avecinaba una tormenta. La gente contaba que era el antiguo señor quien tocaba el gran órgano del vestíbulo
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Le dieron a su morada el nombre de «Posada del Diablo» porque ningún viajero fatigado había sido invitado jamás a descansar bajo su techo, ni se tenía noticia de que ningún amigo del dueño hubiese cruzado el umbral de su puerta
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    algunos más hablaban entre murmullos de aquellas personas sobre quienes pesa una maldición desde su nacimiento y nunca pueden sonreír ni entablar amistad con criatura alguna hasta el día de su muerte
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Coll Dhu llevaba ya varios años viviendo en soledad cuando llegaron noticias de la inminente llegada del coronel Blake, el nuevo señor de aquellas tierras, que acudía a visitar la región
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Coronel Blake —dijo Coll Dhu tras una extraña pausa—, vuestro padre sugirió a mi padre que apostase sus propiedades en la mesa de juego. Las propiedades fueron apostadas, y quien lo tentó ganó. Ambos están ya muertos, pero vos y yo estamos vivos, y yo he jurado haceros agravio en venganza
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Evleen Blake no era una de esas señoritas fácilmente excitables y de lágrima fácil. Unas pocas palabras pronunciadas apresuradamente —«¡Gracias a Dios que estás a salvo! Los demás llevan ya una hora en casa…»— y un firme apretón de los dedos de su padre entre sus manos enjoyadas fue todo lo que traicionó la inquietud que había sufrido
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    A fe mía, querida, que debo mi vida a este valiente caballero! —dijo el risueño coronel—. Insístele en que pase y sea nuestro invitado, Evleen
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Evleen observó el oscuro rostro del recién llegado y se estremeció, presa de un temor y un desagrado indescriptibles
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    De modo que Coll Dhu asistió al baile de cumpleaños de Evleen Blake. Allí estaba, bajo un techo que debería haber sido el suyo; él, un extraño conocido solo por su apodo, rechazado y solitario
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)