«El hombre de nobleza descubierta –aquel que intentó llegar en América Latina a una sociedad justa, nueva, a través de un camino que no pasara por el duro tramo de las armas– plantea todavía a los historiadores muchas incógnitas, una tarea larga: la búsqueda de su verdad profunda, por encima de los enmascaramientos de la actualidad y las mixtificaciones de la interpretación parcializada. A grandes trechos, Allende es aún una personalidad por descubrir, un hombre-continente a la espera de exploraciones más hondas y de síntesis cabales».
Volodia Teitelboim