hacer unas cosas determinadas y a tomar unas determinadas decisiones. En todo momento tendrás la posibilidad de elegir entre lo uno y lo otro. Pero, si tomas la decisión correcta, todo lo que te ocurra luego ya no será casual, sino determinado por la elección que hayas tomado previamente. Con eso no quiero decir que todo tu destino posterior haya quedado predeterminado. Pero si entonces vuelves a encontrarte en la encrucijada, la elección ya no será tan casual. Solo si has elegido de manera consciente, por supuesto. Entonces, la vida ya no consiste en una acumulación de azares, sino que, de hecho, llega a tener como un argumento en el que todas las cosas están ligadas lógicamente, aunque las conexiones no siempre serán inmediatas. Ese es tu destino.