Emilio Ayllón Rull

  • Ana Yanet Navahas quoted2 years ago
    jóvenes para descubrir la antitoxina de la difteria
  • Ana Yanet Navahas quoted2 years ago
    Fue entonces cuando Roux tuvo la intuición que había predicho Loeffler: «Debe ser que los gérmenes producen un veneno, en este caldo, que paraliza y mata a los animales…», pensó.
  • Ana Yanet Navahas quoted2 years ago
    Se olvidó de salvar bebés y se centró en llevar a cabo enormes matanzas de conejillos de Indias y conejos: tenía que demostrar que el germen de la difteria segrega una toxina a partir de su diminuto cuerpo… Junto a Yersin, dio comienzo a un muy poco científico titubeo en sus experimentos.
  • Ana Yanet Navahas quoted2 years ago
    Pasteur lo había intentado alguna vez, ningún cazador de microbios había extraído nunca un veneno letal del cuerpo de un microbio
  • Ana Yanet Navahas quoted2 years ago
    Los bacilos tienen que verter un veneno en el caldo en el que los cultivamos, igual que lo vierten desde la mucosa de la garganta del niño en la que están a la sangre
  • Ana Yanet Navahas quoted2 years ago
    Aquí tiene que haber veneno
  • Ana Yanet Navahas quoted2 years ago
    Así fue como Émile Roux descubrió el veneno de la difteria
  • Ana Yanet Navahas quoted2 years ago
    Roux inyectó bajo la piel del conejillo de Indias treinta y cinco centímetros cúbicos, y cabría esperar que tal cantidad de agua matara al pequeño animal. Si moría, no querría decir nada… Pero aquel océano de caldo filtrado entró en la tripa de un conejillo de Indias y en la vena de la oreja de un conejo, que era como inyectar un cubo entero de líquido en las venas de un hombre de complexión normal.
  • Ana Yanet Navahas quoted2 years ago
    Yo voy a encontrar una sustancia química que cure la difteria!», proclamó, e inoculó a todo un rebaño de conejillos de Indias con cultivos de virulentos bacilos de difteria. Los conejillos enfermaron, y a medida que su estado empeoraba, fue inyectándoles distintos compuestos químicos. Probó con caras sales de oro, probó con naftilamina, ensayó con más de treinta sustancias diferentes, tanto habituales como raras. Creía, cándidamente, que como aquellas sustancias podían matar microbios en un tubo de ensayo sin dañar el tubo, también combatirían los bacilos de difteria bajo la piel del conejillo de Indias sin acabar con el conejillo. Pero, ¡ay!, en vista del matadero de conejillos de Indias en que se había convertido su laboratorio, cabría suponer que se daba cuenta de la escasa diferencia que había entre los mortíferos microbios y sus curas igualmente letales
  • Ana Yanet Navahas quoted2 years ago
    e inoculó a todo un rebaño de conejillos de Indias con cultivos de virulentos bacilos de difteria. Los conejillos enfermaron, y a medida que su estado empeoraba, fue inyectándoles distintos compuestos químicos. Probó con caras sales de oro, probó con naftilamina, ensayó con más de treinta sustancias diferentes, tanto habituales como raras. Creía, cándidamente, que como aquellas sustancias podían matar microbios en un tubo de ensayo sin dañar el tubo, también combatirían los bacilos de difteria bajo la piel del conejillo de Indias sin acabar con el conejillo. Pero, ¡ay!, en vista del matadero de conejillos de Indias en que se había convertido su laboratorio, cabría suponer que se daba cuenta de la escasa diferencia que había entre los mortíferos microbios y sus curas igualmente letales…
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