bookmate game
es

Pedro Olalla

  • Verónica Murguíahas quoted11 days ago
    Luego se ven las cumbres de Paros y de Naxos, y también la pequeña Antíparos, casi confundida con los montes del fondo; y se distingue claramente la cima más alta de Heraclea, que emerge solitaria; y las costas de Íos y de Síkinos, que se perfilan sobre el agua brillante como lomos oscuros de ballena.
  • Verónica Murguíahas quoted12 days ago
    ἅλς

    Sals… Wals… Hals… parece estar diciendo desde siempre cada ola que rompe en la orilla. Ἅλς [hals] llamó la lengua griega al mar hace milenios, como tratando de repetir su voz. De ese nombre aprendieron después nuestras lenguas a llamar a la sal
  • Verónica Murguíahas quoted12 days ago
    ocultas en la lengua abisal del Egeo
  • Verónica Murguíahas quoted12 days ago
    Son muchas las palabras nacidas del mar, palabras venerables y viejas que podrían llevar el bello sobrenombre de Ἁλοσύδνα4 [Halosydna], ‘nacida del mar’, como Tetis y Anfítrite, como las Nereidas, como las diosas primigenias de las profundidades.
  • Verónica Murguíahas quoted12 days ago
    La sal de sazonar se llama en griego ἁλμύρα [halmyra], y de ella toma el nombre la salmuera. Y ἁλμύρα [halmyra] o ἁλμυρίκι [halmyriki] es también el nombre de este árbol esforzado y brioso que ahora me da su sombra: es un pino salado, un tamariz; es el árbol que crece más próximo al mar, con sus hojas mutadas en escamas y sus raíces poderosas ahondando bajo la arena en busca de unas gotas de agua dulce.
  • Verónica Murguíahas quoted12 days ago
    Estas hierbas silvestres que crecen en la playa al pie del tamariz se llaman como el árbol, ἁλμύρα [halmyra] o ἁλμυρίκι [halmyriki]; ahora, en verano, cuando las otras hierbas comienzan a secarse, estas supervivientes, hervidas sobriamente como en tiempos remotos, te ofrecen en el plato un rotundo bocado de yodo y de salitre, tan humilde y tan elemental que es fácil que al probarlo se te salten las lágrimas. La ciencia las llama salicornes, ya ves, porque parecen diminutos ‘cuernos de sal’.
  • Verónica Murguíahas quoted12 days ago
    Te acuerdas de que, cuando te enseñaba a flotar boca arriba, haciendo el muerto, había un momento en que abrías los ojos y no sabías si flotabas en el mar o en el cielo? Pues por eso, por esa luminosidad idéntica que ambos comparten como en un espejo, hay en griego también una misma palabra de la raíz SAL-/SEL- para el azul del mar y el del cielo: γαλανός [galanós].18 Ese maravilloso azul es el color de la serenidad, que en esta lengua se llama γαλήνη [galene],19 como la mar en calma, como la ninfa Galene, que apacigua las olas.20
  • Verónica Murguíahas quoted12 days ago
    A veces—hablando de colores—, el blanco de la espuma o de una nube pasa como una pincelada sobre el azul del mar y del cielo, fundiéndose con él en un tono impreciso, mutante, nacarado, que los antiguos llamaron γλαυκός21 [glaukós], glauco; habrás oído el nombre: es el color claro y centelleante que imaginaron en los ojos de la diosa Atenea, la diosa del ingenio y la sabiduría… Pero, además, la imagen de la espuma blanquiazul sobre este mar brillante y apacible se asoció desde antiguo a la leche, y, por eso, ambas se llaman γάλα22 [gala]; y la ninfa de la mar en calma, Galatea; y la leche de los senos de Hera que quedó derramada por el firmamento, Galaxia, Vía Láctea.23
  • Verónica Murguíahas quoted12 days ago
    Pero voy a seguir escribiendo, para que no se me esfumen las ideas.
  • Verónica Murguíahas quoted11 days ago
    Después, continuando hacia el norte, avistaríamos las bocas del Axio, una vena de agua que baja desde el corazón de los Balcanes a regar la llanura macedonia, llenándola de lodo en las crecidas.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)