Nuestras historias son las mismas, con matices extremos en muchos casos, pero las mismas: la agresión, la minimización, la frustración, el coraje, la inseguridad, el acompañamiento, la solidaridad, la luz y la oscuridad. Una y otra y otra vez nos pasan individualmente; al no saber cómo expresar estas vivencias o no poder hacerlo se quedan solo a nivel personal, en el único lugar que encuentran cabida: el cuerpo, la mente, el espíritu