¡El Grinch odiaba la Navidad! ¡Toda la temporada!
No me preguntéis por qué. No había razón justificada.
Tal vez tuviera un tornillo mal ajustado.
Tal vez llevara un zapato demasiado apretado.
Aunque yo creo que el verdadero motivo es que tenía el corazón dos tallas encogido.