Anabel Martínez Álvarez

Nunca pensé que esto pasaría. Supongo que me cuesta mucho creer en los finales felices

Me estoy dando cuenta de que en realidad no importa si tenemos un final feliz o no. Ahora mismo somos felices. Y eso es lo que importa, ¿verdad?

Tenía que confiar en que la asesoraría de forma sensata y, para que pudiera hacerlo, ella tendría que hablar de sí misma. Compartir partes de ella de las que no les había hablado ni a sus padres. Y era cierto que parecía una persona maja; su tono era bastante agradable. Pero ¿y si era racista? ¿U homófobo? ¿O un fanático religioso que intentara inculcarle sus creencias sutilmente

—No es algo para lo que pueda recomendarte un libro en el que se enumeran metódicamente los pasos que debes seguir para dar a conocer tu identidad. Es una experiencia íntima e individual. Te aconsejo que te prepares para educar a la gente. Puedes sentir que es injusto que la responsabilidad recaiga sobre ti, pero cuando la mayoría de la gente cree que la A de las siglas de la comunidad significa «aliado», tendrás que hablar más alto, con valentía y dignidad, para que te escuchen. Tendrás que estar dispuesta a informar y educar. Y tendrás que saber cuándo alejarte de situaciones y cortar la comunicación con aquellos que no lo entiendan o no quieran entenderlo. Tienes que hacer lo mejor para ti

—Deja que te haga una pregunta. El concepto de la magia existe desde que los humanos existen. Persiste a pesar de lo rápido que avanzan la tecnología y la ciencia. ¿Por qué crees que es así?
—Porque la gente quiere creer, Mulder.

Tienes razón: la gente quiere creer en la magia porque, cuando las cosas parecen horribles, la magia y los milagros les dan esperanza. Quieren creer que algo va a su favor entre bastidores. Algo bueno

—Qué va. Quiero que te la quedes. Quiero que tengas algo milagroso a lo que aferrarte cuando todo te parezca horrible.

Postergar lo inevitable nunca impedía que sucediese

Expresar mis sentimientos de forma sincera es importante

—A veces eso significa besar. O pasarme tres días editando fotos para hacerle un vídeo a mi hermano. O dejar que una chica a la que acabo de conocer se quede en mi piso y mire mis fotos porque le da miedo irse a casa