—¿Quieres la verdad? —preguntó—. Es posible que Ravena esté reuniendo un ejército para atacarme a mí, pero su objetivo eres tú.
—¿Qué?
—Tu padre te dijo que encontraras mi punto débil —respondió y me apartó un mechón de la cara. Abrí mucho los ojos. Aquello había sido algo que habíamos hablado mi padre y yo estando a solas. Mi reacción lo hizo sonreír—. Lo que no sabe es que mi punto débil… eres tú.