Por lo demás, la crítica francesa del siglo XIX ofrece ejemplos de actitudes independientes dignos de recordarse: tal el idealismo moral de Renan; el dogmatismo de Brunetière, que no opaca sus incontables aciertos; el “analismo” ecléctico de Faguet, que con tanta gracia dijo de sí mismo: “Yo no soy artista, pero sé que soy inteligente”; o el impresionismo a lo Jules Lamaître y Anatole France, estilo de creación literaria basada en la literatura