¿Cómo nombrar aquello que queremos? El lenguaje de Claudia González Caparrós habla de un deseo al que se renuncia, pero que no se agota; quizá para fijarlo, quizá para olvidarlo. Te miro como quien asiste a un deshielo es un libro profundamente carnal y profundamente físico, que ahonda en la desprotección que sentimos al descubrirnos solos. Al dolor de la ruptura le acompañan el silencio y la urgencia, la confusión, la certeza de una pérdida irreparable. Desde la intimidad, la memoria se entiende como un ejercicio de renuncia y de esperanza, como una emoción nítida que acabará difuminándose: se interrumpe la luz, pero las aguas permanecen temblorosas.